(...)
Para concluir enunciaré algunas tesis que pueden ser
consideradas como elementos simultáneamente condensadores y polémicos de las
propuestas esbozadas en este manifiesto. Son los múltiples puntos finales de
este texto.
1. Un principio básico del surrealismo tardío sería: pesimismo en el saber erudito y pasión en la práctica existencial y política.
2. Debemos siempre desconfiar del conocimiento instituido
y de la razón meramente instrumental.
3. El saber tiene que estar siempre sirviendo a la
autonomía y la autodeterminación del hombre. Precisamos descalificar el saber
que no ayuda a la lucidez emancipatoria.
4. No se puede suprimir las desigualdades materiales a
costa de la homogeneización de los individuos y de las conciencias. La libertad
nunca puede ser el precio del bienestar material. Entretanto, ninguno es libre
si no tiene aseguradas sus condiciones materiales de existencia.
5. En las sociedades posmodernas surge nítidamente a
cuestión de más valía del saber. La industria cultural aparece como un fuerte
instrumento de dominación cotidiana.
6. Acompañando el pensamiento de Adorno diré que debemos
combatir el mito de la razón como la forma de manipulación de la conciencia,
precisándose para esto darle un énfasis creciente a la poética, en el interior
de la cual se diseminarían de forma privilegiada las tendencias y contradicciones de la
sociedad, posibilitando a partir de ella una comprensión transformadora: la
poética y el sueño sustituyendo las teorías que neutralizan la vida.
Las manifestaciones poéticas preservan todavía, la utopía
de un mundo mejor, implicando, así, un potencial transformador. Por lo tanto,
una poética preservada de su transformación en mercadería.
7. Sin utopías (sueños) no existe transformación de la
realidad.
8. No se puede combatir el mito de la razón desde los
lugares donde precisamente el mito fue desarrollado. De ahí la importancia de
la poética como elemento de realización de una forma de razón.
9. Lacán define la praxis como las acciones realizadas
por el hombre que lo pone en condiciones de tratar lo real por lo simbólico. La
praxis transformadora exigiría tratar lo real por la utopía.
10. Todo proceso de enseñanza debe procurar la preservación
de nuestra capacidad de enganchamiento en una praxis transformadora. Por eso,
en la base del acto pedagógico debemos encontrar el estímulo a la creatividad,
o el entusiasmo por la vida, en una trama de afectos.
11. La práctica de los juristas únicamente será alterada
en la medida en que cambien las ideas matrices que organizan el orden simbólico
de esa práctica. La pedagogía emancipatoria del derecho pasa por la
reformulación de su imaginario instituido.
Así queda como una
cuestión inocua la interrogación sobre la adecuación del derecho a la realidad.
La realidad del derecho y su propia representación.
12. El sentido del derecho es el de ser parte del sentido
de una práctica social.
13. En la producción del saber la verdad es el efecto de
una condición imaginaria de significaciones que opera como regla de
construcción de los discursos científicos.
14. La aceptabilidad de las significaciones depende de
las comunidades que las producen. Esto también vale para los enunciados de las
ciencias.
15. El hombre debe pensar que lo que es en los lugares
donde no pensó pensar. El acto de aprender debe hacerlo pensar en estos lugares
inesperados.
16. Las palabras precisan valer tanto mas como
intensidades, que como nexos conceptuales.
17. Luchar por el amor y por la felicidad es más
importante de que poseer una respetable erudición, en esto radica la más
profunda subversión pedagógica. Un profesor no puede olvidar de enseñar a
luchar por la felicidad. Esto es una condición mínima para generar un mundo
basado en otras necesidades. Nadie es feliz si no ama a los otros. La necesidad
de amor debe substituir a las actuales necesidades de consumo.
El surrealismo tardío se levanta contra todas las
tentativas de mistificación del amor y de las emociones, rechaza el misticismo
ajeno a los problemas sociales.
18. Así como vivimos en una sociedad donde todo es
transformado en mercadería tenemos una vida jurídica donde todo es convertido
en ley. Los sueños del capitalismo (viram) siempre mercaderías.
19. La felicidad y el placer no pueden nunca ser una
prolongación electrónica, convertidos en momentos de readaptación a las maquinas
productivas.
20. Actualmente los hombres son dominados por las
banalidades del orden social, sintiéndose al mismo tiempo apabullados por el
tedio, como animales cuyos instintos fueron determinados en cautiverio. Las
personas del fin del siglo XX levantarán tantas barreras contra las emociones
fuertes, que no más conseguirán sentir lo que es dejarse inundar por el deseo.
21. Lo que la institución universitaria llama realidad es
una apropiación de lo simbólico por la racionalidad cartesiana. Es una ilusión
formalizada: siempre cerrada sobre si misma, siempre ignorante de sus propios
límites, permanentemente fingiendo engendrar a sus propias determinaciones.
22. El raciocinio
clásico presenta un conjunto de aspectos represivos que es imprescindible
combatir: las ingenuidades y simplificaciones de las luces; las perversiones de
la moderna civilización industrial; la pérdida de sustentación ética y estética
del proceso comunicativo. En tanto, no se puede dejar de reconocer que sin la
razón no se puede combatir los mecanismos culturales que asfixian la vida e
impide la transformación del mundo.
23. La realidad coincide con lo que se sabe de ella. Para
que ese saber preserve nuestra autonomía, tiene que ser construido en
disyunción de las certezas.
24. Apelando a la poesía el surrealismo tardío pretende
mostrar que el mal de la cultura capitalista está en la renuncia hedonista de
la vida, en la disminución de la tensión vital en un analgésico culto y
mecanizado del saber, que transforma a los cuerpos en sombras. No estamos
delante de una negación nihilista de los valores establecidos, pero delante de
su disolución en una indiferencia pasiva: el hedonismo resignado.
25. No existe forma de transformar el mundo si no vemos a
la política como una posibilidad de preparar el futuro. Pensar la política como
una técnica que vive en la relatividad de lo inmediato deja al hombre a la vera
de su autodestrucción, deshumanizado y en las vísperas de un diabólico y
absurdo punto final de la historia del planeta tierra.
26. La gran herida que la cultura capitalista nos
proporcionó fue la separación entre moral e historia (por el empirismo e por
las abstracciones de los valores éticos). El secreto de la resistencia
democrática pasa por el restablecimiento del diálogo entre la moral y la
historia.
27. Cada acto relativo debe apuntar hacia un significado
que lo trasciende. En lo relativo deben encontrarse (o producirse) rastros,
reflejos de un deseo de los absoluto. Lo efímero nunca puede agotarse sin la
búsqueda de su negación; si olvidamos esto, el sentido de nuestra vida
únicamente se realiza en la desesperación. No se puede vivir haciendo de cada
momento un instante descartable.
28. El surrealismo tardío busca la negación de los
valores de la productividad, competencia y conformismo, revelándose así, contra
los elementos que impiden la búsqueda de una nueva dimensión humana. Se precisa
de una volcánica movilización existencial que saque al hombre de la apatía
cotidiana.
El surrealismo tardío pugna por la búsqueda de un mundo
mejor y por la toma de conciencia en relación ala cultura instituida que nos
condiciona para que actuemos contra la posibilidad de nuestra propia liberación.
29. El surrealismo tardío se planta frente a una
humanidad materialmente opulenta, soñando con la existencia de una sociedad que
tenga en cuenta las necesidades efectivas del ser humano. La técnica, el arte,
el trabajo, el sueño o el juego contribuyendo armónicamente para la realización
de la dimensión estético erótica del hombre. La política como factor de
desarrollo de nuestra singularidad: el respeto de hablar en primera persona
como acto pedagógico fundamental e un fuerte desprecio por el mantenimiento de
una estructura social basada en el capitalismo del desperdicio.
30. El surrealismo tardío se levanta contra una razón
instrumental que domina las emociones.
31. El principal objetivo pedagógico del surrealismo
tardío es la creación de estructuras que liberen la creatividad y la
comunicación de las personas. No existe método pedagógico que pueda ser
sustentado si se violenta ese objetivo.
32. En un salón de clase, el alumno tiene que tener
espacio para colocar sus angustias, sus deseos personales y sus miedos.
33. Luchar por el amor y la felicidad es más importante
que poseer una respetable erudición. En esto radica la más profunda subversión
pedagógica.
34. El placer por la vida nunca puede ser reducido a un
conjunto de actos monótonos. El placer nunca puede ser ejercitado por un
conjunto de rituales estereotipados.
35. El hombre que pierde la capacidad de soñar, pierde la
capacidad de vivir, sustituye el erotismo por una angustia mortífera. (...)
36. Desear o no desear, vivir o adormecer es una cuestión
política básica. Buscar la libertad encontrándose con el placer es una forma
substancial de hacer política, pues
sólo tenemos una actitud política, estando totalmente disponibles para la vida. Luchando por los sueños y deseos se
hace política.
37. La razón precisa de un fundamento normativo, de un
nuevo paradigma de vida, de una moral no represiva.
La razón y el saber de las ciencias precisan ser socialmente
controlados para que no se conviertan en una fuerza ciega al servicio de la
dominación, del militarismo, de la devastación del planeta o del a infantilización del hombre. El
objetivo es producir una razón que ose saber, removiendo todas las tutelas para
el advenimiento de la autonomía para todos.
38. No se vive la historia citando el pasado, pero si
comprendiéndolo. Necesitamos trabajar el pasado para impedir que el pasado nos
trabaje como una latencia activa que nos fuerza a repetir situaciones. Lo nuevo
no puede surgir sobre la forma de lo viejo. Lo nuevo surge en el instante de
despertar del sueño.
39. La pulsión de muerte se manifiesta clínicamente como
un movimiento de desinvestidura del objeto. Esa desinvestidura que no se
realiza en beneficio de otro objeto. El sufrimiento que se prolonga en el
tiempo corre el riesgo de facilitar el trabajo de la desinvestidura propia de
Tánatos. Existe, así, un sufrimiento elaborativo todavía al servicio de Eros.
Es, el sufrimiento presente en el trabajo de luto, ligado a la desinvestidura de un objeto para recuperar la líbido y colocarla al servicio de otro investimento. El sufrimiento ligado a Tanatos concierne a la totalidad de los
objetos investidos por Eros y que obliga a que el sujeto se reconozca delante de un
objeto que falta. Se trata de una angustia paralizante. En el nivel de la
sociedad, ella puede generar un estado de psicosis colectiva, un orden social
totalitario. El surrealismo, apelando para el sueño, y la poesía, pretende
combatir todas las formas de angustia tanática, de la angustia no elaborativa,
de la angustia que paraliza por la melancolía.
40. El saber emancipatorio exige una reflexión colectiva
y una renegociación política, por lo tanto, esto únicamente podrá ser atendido cuando la política retorne a las
calles del deseo de hombres nuevamente motivados. No existe ninguna posibilidad
para un saber emancipatorio si la política es vaciada por los tecnócratas y
rutualizada por los aparatos de una cultura que nos congela en la melancolía.
41. En el totalitarismo, las instancias jurídicas del
poder van perdiendo su valor, siendo substituidas por las instancias
disciplinarias: realización cotidiana del panoptismo, como forma de
funcionamiento de la sociedad posmoderna. De esta manera, se consigue la
producción de cuerpos y deseos dóciles. Es la sociedad vista como tecnología de
adiestramiento y estancamiento humano. En las instancias disciplinarias del
poder se afecta más un cuerpo observado, vigilado y clasificado, que una
conciencia alineadamente configurada. La producción social de la subjetividad
se encamina así, para un futuro sin oportunidades, vencida por las prácticas
disciplinarias de individualización de los cuerpos. Cuerpos vacíos, prohibidos
de pensar identificándose con cualquier tipo de significaciones.
42. El propio saber que constituyó históricamente el
sujeto comienza a destruirlo. Las sociedades comienzan a funcionar apoyadas en
saberes que prescinden radicalmente de la intervención del sujeto. El hombre,
perdiendo su condición de sujeto de conocimiento, va ganando la condición de
elemento de una configuración totalitaria. En la fase avanzada del saber
disciplinar, la sujeción probablemente no dependerá de la formación de sujetos
dóciles, subjetivamente flácidos. De la producción institucional de la
subjetividad se pasará por un proceso de destrucción institucional de los
sujetos.
El análisis precedente no está destinado a recuperar la
figura del sujeto. Pretendo mostrar antes que nada, que el hombre precisa, para
ejecutar el proyecto de una pragmática emancipatoria, comprender que lo que fue
radicamente desgarrado por las prácticas disciplinarias del saber y del poder
fue su intersubjetividad. El eclipse de la intersubjetividad determinó la
falencia existencial de los hombres, y la total ausencia de las ilusiones
vitales.
Fragmento del "Manifiesto del Surrealismo Jurídico", Editora Académica SP, Brasil (1988).
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