Apuntes sobre Casa Warat: carta abierta
Por Leopoldo Fidyka
“Ahí donde
nos encontremos, reproduzcamos el mundo al que aspiramos y evitemos
aquel que rechazamos”. Michel Onfray
Casa Warat (CW) fue un movimiento creado por el profesor Luis Alberto Warat y un conjunto de profesores amigos/as, que fuimos gestando desde fines del año 2008[1]. Un nuevo espacio educativo cultural reflexivo de los tantos que generó el profesor a lo largo de su vida, pero esta vez con características especiales, porque se consolidó enteramente fuera de los ámbitos institucionales y universitarios, y fue abierto a todos/as aquellos que quieran participar, sin importar disciplinas, trayectorias, edades ni recorridos académicos.
Según palabras de Warat se conformó con diferentes nudos de un rizoma, integrada por distintas grupos o “casas” deterritorializadas, con antecedentes en las acciones de ALMED -Asociación Latinoamericana de Metodología de Enseñanza del Derecho- una entidad creada por él muchos años antes, lo que sería fundante de lo que denominó “Multiversidad Surrealista Popular”, para avanzar en formas de educación a través del arte como núcleo molecular indivisible[2].
CW se fue configurando como una escuela de convivencia - alteridad y en este sentido, el profesor afirmaba: “Precisamos, desde lo popular y callejero potenciar los contornos de un nuevo estar-juntos, donde el responder por, o en lugar de, adquiera sus debidas proporciones políticas, jurídicas y sociales”. Una multiversidad comprensiva de: “los saberes populares y callejeros no puede tener como mira la producción de nuevos objetos teóricos, ni la de integrar la calle a la cientificidad dominante, su intención está dirigida a la participación del lento trazado existencial que los distintos fragmentos sociales modelan permanentemente, una participación principalmente destinada a integrar a ese trazado a todos aquellos que siempre fueron negados como voz participativa del todo social”.
Por lo tanto, “Una multiversidad fundada en el reconocimiento de los discursos múltiples de la época, una renuncia a los pensamientos muertos o estereotipados y un descubrimiento permanente de las brechas (o elementos de resistencia) que permitan huir de la dominación generalizada da existencia social, del miedo, de la resignación a estar mal y de lo que, un sin número de indicios denuncian como obsoleto”[3] (Warat L.). Todo partía del reconocimiento y la alteridad, por eso afirmaba que lo que une a CW es: “construir un mundo donde cada uno sea un encuentro con los otros”.
En un camino no lineal y atravesando muchos territorios desconocidos, CW tuvo un importante recorrido con diversas actividades visibles como cafés filosóficos, seminarios, cabarets, talleres, laboratorios de expresión artística entre muchos otros, pero sobre todo con encuentros vivenciales, sensibles y afectivos de una riqueza indescriptible.
Mucho se ha reflexionado y escrito sobre Warat y felizmente también sobre CW[4] y puedo compartir algunas aproximaciones o pequeños retazos sobre su sentido y características, comenzando por las palabras de su principal impulsor: “No quiero en este ejercicio de presentación de Casa Warat elaborar un manifiesto, ni tratar de formular una serie de conceptos, al modo tradicional de la academia universitaria. Pretendo ir navegando cartográficamente al encuentro del coro de voces que van a ir trazando lo que es la Casa Warat como una construcción colectiva en devenir, sí un devenir colectivo, una sombra que deviene para realimentarse del resto de las sombras. Cada uno de los miembros de la Casa es un plural. Adherirse a la Casa es tomar la decisión de un retorno o una recuperación de lo “adámico”, aquel momento en que nacen las saudades de la primera mamada y el bebé comienza a sentir la vida, el mundo y los otros desde un prisma únicamente sensible. Lo sensible es el primer modo de entendimiento del niño. Una comprensión, por el momento lejos de la cultura, mucho más cerca de lo animal, produce una razón sensible”[5] (Warat L).
En
la Carta de Buenos Aires[6] un
documento elaborado en forma colaborativa con motivo del II Encuentro Internacional
de Casa Warat realizado en esa ciudad en octubre del año 2010, surge como pregunta
disparadora: ¿Qué nos une? Y allí surgió: “La
voluntad de construir un mundo donde cada uno sea un encuentro con los otros.
Nos une la búsqueda. Por la realización libre del espíritu. Por la
intersubjetividad perdida en la modernidad. Por una nueva sociedad, más humana
y menos castradora. Por puertas hacia nuevos mundos. Por afinar sensibilidades.
Por la “despingüiinización” de los espíritus de los estudiantes y por un
reconocimiento que no precisa de mitos, teorías, hermenéutica y ley para
realizarse. Nos une el deseo de transformar. La creencia en el poder de las
alteraciones moleculares. Nos une la afectividad y la necesidad de construir un
mundo diferente”. (…)
En otro segmento se afirma: “Nos une la tentativa de hacer triunfar la alegría sobre la tristeza, la pulsión de vida en un mundo en el que prevalece la pulsión de muerte. Nos unimos para comprender y transformar la pedagogía en cuanto momento de o redescubrir a nosotros mismos y al Otro, en una perspectiva creativa, emancipatoria, amorosa, erótica y transformadora. Lo que nos une es el sentimiento de no querer ser un “yo” o un “otro”, sino un “entre”, una relación, un devenir…”
También se han señalado algunos de sus rasgos: La Casa Warat “como un movimiento rizomático que crea raíces…”[7] (Sena J.) “Una Casa potencialmente abierta, de muchas e accesibles puertas, compuesta de diversas y coloridas ventanas, de arquitectura horizontal y propiedad colectiva, atravesada por la libertad, surgida originalmente en territorio latinoamericano, en una aduana permanente entre Argentina y Brasil, con la posibilidad móvil y nómade de trasladarse y expandirse a cualquier otro espacio o ambiente de afecto dispuesto a recibir su instalación y funcionamiento, de manera permanente o temporaria”[8] (Berclaz M.).
Por otro lado, lineamientos de su propuesta epistemológica y pedagógica: CW “rechaza la epistemología del guerrero, que marca la modernidad. No queremos dominar el objeto, definirlo, descomponerlo y acceder a su cadáver”. (…) “El Movimiento Casa Warat no solo enfatiza el conocimiento. Para nosotros, lo cognitivo es también una dimensión vivencial, es decir, inseparable de la forma en que se establece la relación con el mundo. De esta forma, no admitimos transformar al otro en objeto, establecerle pautas normalizadoras y consumir sus subjetividades moldeadas. También repudiamos el antropocentrismo jurídico social moderno que, al colocar al hombre en el centro del universo, mató a la naturaleza, pero también al hombre mismo al negarle su “Dionisio”. Para ello, recurrimos a la ética y la epistemología de la ternura, del cuidado. La categoría subjetividad adquiere un lugar destacado"[9]. (Gonçalves Rocha E. e Puydinger de Fazio M.)
De esa larga serie de eventos, la última actividad de CW, fue el IV Encuentro Internacional realizado en San Pablo en septiembre de 2012, y a partir de ahí casi si proponérsela se produjo una pausa, donde cada uno de sus integrantes, llevaron sus aprendizajes al entorno de su vida personal, profesional y comunitaria.
Personalmente en ese tiempo en Buenos Aires, encaré dos proyectos con sello waratiano: una propuesta itinerante de promoción de la lectura (Mateada Poética) y un Espacio de Estudios Interdisciplinarios sobre Asuntos Públicos (ESEIAP), por fuera de las instituciones académicas y estatales, ambos con actividades abiertas y gratuitas e impulsadas, vaya casualidad con dos amigos argentinos que conocieron a Luis A. Warat[10].
En estos años pasaron cosas, se acrecentaron las incertidumbres, las conexiones virtuales y desconexiones físicas, se fortalecieron injusticias, inequidades y perdidas de rumbo; fuimos atravesados por una pandemia que aún perdura y nos dejó sus marcas, lo que me lleva a pensar que el ideario waratiano está más vigente que nunca.
Apostemos a su pensamiento vivo, para seguir soñando con ese futuro que nos pertenece. El mejor homenaje a Warat no es hacer autopsias teóricas, sino retomar sus ideas, aplicarlas y multiplicarlas en la comunidad.
En ese contexto, y a modo de propuesta, planteo que sería
un momento propicio para que podamos repensar y resignificar todo lo vivido y
experimentado individual y colectivamente con perspectiva de futuro, para
seguir generando y potenciando microespacios moleculares de expansión de
vitalidad, a través de alguna forma de continuidad de Casa Warat, en base a
unos mínimos pilares:
- Retomando la idea de CW como un espacio polifónico de producción cartográfica de conocimientos, subjetividades, cuidados, valores y lazos entre las personas a partir de las enseñanzas Warat, en el que confluyan pensamientos diversos, integradores y multiversitarios orientados a la alteridad, la sensibilidad y los derechos humanos.
- Reivindicando el valor de la educación a través de múltiples estrategias de arte, creatividad y afectividad para la convivencia, la emancipación y la afirmación de los derechos.
- Rechazando el individualismo, los lugares comunes, las estructuras institucionalizadas, disciplinadoras y de mercado que organizan nuestra manera de vivir y de convivir; junto a la indiferencia, el conformismo, el desamor, los microfascismos, y la realización por el consumo.
- Creyendo en el valor de los afectos
y encuentros significativos; y en consecuencia, promoviendo el
entendimiento, cooperación, solidaridad, autonomía individual y colectiva,
alteridad, dignidad, respeto al deseo y derechos del otros/as. Y como dice
la mencionada Carta, desde una perspectiva creativa, emancipatoria, amorosa,
erótica y transformadora.
Comparto estos pequeños apuntes para los nuevos/as y antiguos/as participantes de Casa Warat como una invitación al pensar y al hacer, un esbozo preliminar en construcción, a completar o transformar.
Sumemos
voces, miradas, construyamos juntos con espíritu waratiano el mañana colectivo,
es aquí y es ahora.
Afectuoso
abrazo,
Leopoldo Fidyka
Buenos Aires, enero de 2022
Contacto Casa Warat: casawaratonline@gmail.com
[1] El 1er café filosófico se realizó en
Buenos Aires en enero de 2009, con participantes de Argentina y Brasil, estos
últimos venidos especialmente para el evento.
[2] Más información en: https://luisalbertowarat.blogspot.com/
[3] Ver
más en: https://luisalbertowarat.blogspot.com/2013/04/escuelas-de-convivencia.html
[4]
Ver por ejemplo, el área temática LAW del Espacio de Estudios
Interdisciplinarios sobre Asuntos Públicos (ESEIAP): https://www.eseiap.com/textossobrewarat/
[6]Carta de Buenos Aires II. Levy W, Gonçalves Rocha E. Sena J., Borba I, Grubba l. y otros Encuentro Internacional da Casa Warat (2010): https://luisalbertowarat.blogspot.com/2010/11/carta-de-buenos-aires-2010.html
[7]
“Warat o Direito e o Amor”, entrevista a la prof. Jaqueline Sena https://vimeo.com/26852721
[8] https://luisalbertowarat.blogspot.com/2012/10/casa-warat-algumas-consideracoes.html?fbclid=IwAR0qgjkN7MbLpuYjPfh1LQzt5FRymfucpWVifEoYOYXkKBc9EukB34QyvrE
[9]http://ojs.bce.unb.br/index.php/enedex/article/view/4308/0?fbclid=IwAR2bywT8PKGY5eGpPMDJJE67Fme6ZV7ym3Ojz3YTGjRGR2jjWd3pX9OsFUE
[10] Con
Sergio Ferraro impulsamos Mateada
Poética (2013/20) https://mateadapoetica.jimdofree.com/; y con el Dr. Gustavo Di Paolo ESEIAP (2017 hasta el presente). https://www.eseiap.com/
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