Cercas a lo Bonaparte. Cercados que simbolizan y condensan la expresion excedida de la revolucion industrial. Las ciudades convertidas en un puro transito rumbo a la revolución industrial.
El derecho cercado de codigos, los campos de Europa cercados para obtener el mayor lucro de la tierra. Campos donde ya no es posible encontrar la poesia de la naturaleza. Muchos poetas románticos se desesperan. Son muchos los que mueren en auspicio. El arte inaugura los caminos de la produccion industrial
La revolucion industrial va encontrando su cultura, su concepción de aprender. Nuestros cuerpos empiezan a formar, a tranformarse en cercados. La poetica industrial organiza todo para tornarlo más productivo, no dejando espacios para lo dionisíaco.
Los puntos de fuga comienzan a dibujarse Abren espacios para el desconcierto.
Comienza a surgir la poetica del desconcierto. La poetica barroca, el barroco como actitud existencial, el tiempo y al sensibilidad ardiente, temas temas recurrentes del barroco sirven de instrumento para abrir senderos en las cercas.
Aparece muchos textos poéticios sobre los pasajeros o para el nomadismo y las cartografias que desplazan al discurso del metodo bonopartistas. Se trata de una poesia dice Pablo fuentes sobre lo pasajero de la vida, la caducidad de las cosas.
Se trata de una poesia sobre lo fugitivo y las ruinas de la existencia.
Es el arte de excederse. de ir más allá, romper las armonias cercadas y dejar restos.
Lo unico que le sobra a los pasajeros de la vida es dejar restos, en los pasajes, a los otros, con los que construimos nuestras pequeñas redes de alteridad molecular. Restos que imprimen nuestras huellas en los otros. Restos de nuestra red de subjetividades que siempre se nos escapan para ir a formar moradas de mi identidad en los otros.
Posiblemente una mirada nada romántica de la existencia. Una existencia que nunca es inexistente, se da como lo fugitivo en nosotros. Este puede ser visto o vislumbrado como el gusto por lo barroco. Un gusto cargado de melancolía un pesimismo por las esperanzas, una sensación que se instala como desengaño sobre el paño de fundo de la gran fiesta dionisiaca .
Una sobrecarga de elementos que a primera vista se nos aparecen como lo crucial en lo barroco, aunque no es tanto, por lo menos en el barroco existencial contemporaneo. Cada día Gongora pierde un poco su carácter de padre de la retorica poetica. Barthes, Guattari son nuevos referentes para establecer lo barroco trasmoderno. Como somos, lo que somos todavia continua cercado.
Luis Alberto Warat (2010)
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El derecho cercado de codigos, los campos de Europa cercados para obtener el mayor lucro de la tierra. Campos donde ya no es posible encontrar la poesia de la naturaleza. Muchos poetas románticos se desesperan. Son muchos los que mueren en auspicio. El arte inaugura los caminos de la produccion industrial
La revolucion industrial va encontrando su cultura, su concepción de aprender. Nuestros cuerpos empiezan a formar, a tranformarse en cercados. La poetica industrial organiza todo para tornarlo más productivo, no dejando espacios para lo dionisíaco.
Los puntos de fuga comienzan a dibujarse Abren espacios para el desconcierto.
Comienza a surgir la poetica del desconcierto. La poetica barroca, el barroco como actitud existencial, el tiempo y al sensibilidad ardiente, temas temas recurrentes del barroco sirven de instrumento para abrir senderos en las cercas.
Aparece muchos textos poéticios sobre los pasajeros o para el nomadismo y las cartografias que desplazan al discurso del metodo bonopartistas. Se trata de una poesia dice Pablo fuentes sobre lo pasajero de la vida, la caducidad de las cosas.
Se trata de una poesia sobre lo fugitivo y las ruinas de la existencia.
Es el arte de excederse. de ir más allá, romper las armonias cercadas y dejar restos.
Lo unico que le sobra a los pasajeros de la vida es dejar restos, en los pasajes, a los otros, con los que construimos nuestras pequeñas redes de alteridad molecular. Restos que imprimen nuestras huellas en los otros. Restos de nuestra red de subjetividades que siempre se nos escapan para ir a formar moradas de mi identidad en los otros.
Posiblemente una mirada nada romántica de la existencia. Una existencia que nunca es inexistente, se da como lo fugitivo en nosotros. Este puede ser visto o vislumbrado como el gusto por lo barroco. Un gusto cargado de melancolía un pesimismo por las esperanzas, una sensación que se instala como desengaño sobre el paño de fundo de la gran fiesta dionisiaca .
Una sobrecarga de elementos que a primera vista se nos aparecen como lo crucial en lo barroco, aunque no es tanto, por lo menos en el barroco existencial contemporaneo. Cada día Gongora pierde un poco su carácter de padre de la retorica poetica. Barthes, Guattari son nuevos referentes para establecer lo barroco trasmoderno. Como somos, lo que somos todavia continua cercado.
Luis Alberto Warat (2010)
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