20 de abril de 2009

Saldos del Barbero




El sabado realizamos el cafe filosófico sobre los Libertinos. Como siempre quedara en la memoria selectiva de la Casa, esa onda de afectividad que va siendo nuestra marca identificatoria.

Buscando un saldo entre los dos encuentros, el del Jueves en la Fundación Proa y el del Sabado en la Barberia me gustaria comentar:


Primero que todos nosotros no tenemos todavia en claro las diferencias entre el Cafe filosófico y un grupo de estudios.

Un grupo de estudios, con gente que se reune para discutir un autor, no puede navegar en el espacio de los seminarios, conforme sus devaneos del momento.
Si bien un autor no tiene el dominio personal del sentido del texto ,ni su subjetivdad determina el sentido exclusivo del texto; tampoco el texto tiene una una independensia petrea de sus significaciones,Si bien el acento debe ser puesto en lo que el texto sugiere al lector como sentido,es evidente que no se puede interpretar cualquier cosa.

Existe un centro de gravedad significativa que mantiene en equilibrio el texto y asegura la ida y vuelta de los devaneos .En ese punto David Kronzonas tiene toda la razòn y en los seminarios sobre Onfray avanzamos poco en terminos de la profundidad de ideas que se pueden extraer de la lectura de los textos de ese autor.

Existe mucha participación colectivas y muy poco Onfray. Me recuerda los encuentros de estudio sobre Kelsen ,u otros autores, que haciamos en el Instituto de Filosofia de la UBA. Eramos mas de doscientas personas que nos reuniamos para pensar Kelsen y unificar las apreciaciones.Terminamos, después de largos años y de la muerte de Gioja con un texto casi consensuado por el grupo, que Vernego tuvo la oportuna idea de publicar con el nombre de Teoria general del Derecho, en instrucción programada, su teoria.

Claro que no se puede exagerar a punto de convertir un grupo de estudios en un texto de instrucción programada, con preguntas y respuestas, o programadas y que nos formatan en la alienacion comprensiva .


El café apunta, por el contrario, al encuentro de sensibilidades, de aromas de juegos de complicidades y diferencia, de creatividades, de producir una idea en comunidad, en estado de Alteridad , entre todos, aunque cada uno pensara diferente en lo puntos de partida, y las
conclusiones. En el medio más que silogismos y falacias predomina el afecto.

Esto lo tratamos de buscar desde la fundaciòn de Almed. Sentir el conocimiento es una cosa grandiosa, es encontrar un camino paralelo, una puerta entreabierta del afecto.
Eso no tiene precio y no da rebancho. Un ejemplo la gente, y eso Leo lo comento, piensa como se puede aplicar el entendimento del Cafe en relación, por ejemplo a los libertinos.

No se trata de saber que pensaba realmente Sade o cual es el sentido de Sade para su época y su perdurabilidad. En el cafe lo que importa es que todos los participantes sientan que es ser libertinos, ser todos libertinos y pensar la vida hedonisticamente.

También dentro de la Casa Warat existen los observatorios, los laboratorios los ciclos de cine o teatro, todos con modalidades y hábitos diferentes que se torna necesarias. Cada uno de ellos tiene sus modalidades particulares, en otro momento seguimos.
Un abrazo

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