Como es habitual, los cursos de pos-graduación de Derecho del Brasil hicieron su reunión anual, en esta oportunidad, en Brasilia. El encuentro fue provechoso, a pesar de todas las previsiones negativas. Aparecieron nuevos actores, se nota una renovación entre los miembros del directorio de CONPEDI. Las reuniones demostraron una mayor madurez de los debates. Se presentaron más de 800 trabajos. Se dieron distinciones. O profesor Fachin y yo la recibimos por la trayectoria. Fue un excelente comienzo para a gestión del profesor José Geraldo de Souza Jr. como rector de la UNB.
En la reunion de clausura el profesor Fachin y el que escribe esta nota fuimos homenajeados con el titulo de socios honorarios del CONPEDI, gesto que me conmovió. Estoy, ultimamente recibiendo una sucesión de gestos de ternura. Me estoy llevando de todos estos años de vida universitaria, la sensación de haber generado con los alumnos encuentros lo suficientemente intensos para sentirme querido. Todos estos años de docencia me esforcé por generar encuentros cargados de afectos con los alumnos, encuentros los ayudaran a entender su propia intimidad, el sentido para sus vidas, y los motivos amorosos que otorguen al encuentro con los otros su mejor calidad. Si las honras que me están dispensando reflejan esa intención mía, me quedo con la felicidad de una labor cumplida. En el día anterior pronuncie una conferencia sobre Derecho y Arte, el saldo del dialogo provocado por mi intervención, dejo unos saldos productivos. Las personas comienzan a darse cuenta que no estamos tratando de emplear piezas de arte, literatura como productos acabados. No importa a crítica estética que se pueda dar, interesa instrumentalizar las artes como despertar de la propia sensibilidad y fomentar la creatividad de los que pretenden aprender.
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